Buenas tardes. Traigo una receta que siempre hago para cualquier evento familiar, ya sean cumpleaños, santos, incluso sin motivo. Se trata de un queque, también llamado en territorios peninsulares, bizcocho. Aquí el típico queque es muy alto, muy esponjoso, y muy dulce. No suele llevar relleno aunque si admite cobertura. Por mi pueblo solemos distinguir un queque, de un bizcocho, ya que para nosotros la miga no es igual. En un queque la miga es esponjosa, jugosa y agradable, mientras que en el bizcocho la miga se torna mas seca y ahuecada, si hablamos ya de bizcochos de Moya, son duros como riscos, ya que son queques que se han bizcochado (como si de pan se tratase).
Volviendo a la receta (que era la que hacía mi madre pero adaptada a mis típicas locuras) lo denomino cuatro sabores porque en el paladar se nota el limón, el anís, el coco y por último el chocolate de la cobertura, aunque muchas veces como hoy también añado frutos secos, pasas o manzana.
Este queque es algo traicionero, como mismo sube mucho, que os deja tirados en la estacada y se queda en el fondo, todo depende del fuego. Cuando sólo tenía mi horno de gas, tenía que cerrar todas las puestas y ventanas para que no hubiese ninguna corriente de aire, ya que el pobre horno sufría pérdidas de calor y con cualquier cosa se quedaba un queque con doble agujero. Hoy ya tengo mi horno eléctrico y no suele haber problemas. Pero os advierto que tenéis que conocer bien vuestro horno.
Receta para un queque de tamaño estándar (medidor vaso de cristal de nocilla)
4 huevos M
La mitad del vaso de aceite
1 vaso de leche (entera o semidesnatada)
2 vasos y medio de azúcar
3 vasos de harina
Medio vaso de Maicena
La ralladura de un limón pequeño
Un chorrito de anís
2 cucharadas de coco
1 cucharadita de esencia de coco
1 cucharadita de levadura
Chocolate de cobertura
Procedimiento
Como siempre recomiendo varillas eléctricas, yo este lo he hecho en la kitchen aid pero queda igual con las varillas. Algo que tenéis que tener muy en cuenta es que las claras hay que batirlas hasta montarlas a parte. Aprovechemos este punto para hablar como montar las claras como Dios manda. Es cierto que con cremor tártaro todo monta más fácil y rápido, pero en realidad no hace falta, yo lo uso más bien cuando son claras pasteurizadas para que se queden más duras. Lo que hay que hacer es separar perfectamente las yemas de las claras, esto significa que no puede haber absolutamente nada de yema (nada es nada). Para evitar que pueda caer yema, podéis probar a partir los huevos en un vaso a parte y luego pasarlos al bol hasta que cojáis práctica. Hecho esto y con varillas en mano no vayáis de poderosos a por la velocidad máxima (típico error) hay que ir gradualmente, empecemos por la velocidad mínima para que le entre aire a la clara al menos unos 40 segundos y empezará a salir una espumita superficial, pasamos entonces a velocidad media, otro tiempo igual y ya por último batimos a velocidad alta hasta que se queden bien firmes. El punto exacto es volver el bol del revés y que nada se caiga (hay gente a la que esto le parece imposible, pero creedme si están bien montadas no se caerán). Reservamos nuestras claras montadas, y en otro bol o en nuestro robot de cocina, lo que haremos es poner las yemas con el azúcar y batir bastante, añadimos seguidamente el aceite y la leche (batimos unos dos minutos después de esto) y a continuación agregamos la ralladura de limón, el chorrito de anís, el coco en polvo y la esencia, para batir un minutillo más. Ahora vamos agregando las harinas previamente tamizadas (recordad que así coge aire) y la levadura. cuando este todo bien mezclado cogemos el bol de las claras y lo volcamos sobre nuestra mezcla y a partir de aquí removeremos a mano con movimientos envolventes (de abajo arriba y haciendo el símbolo del infinito) Lo de a mano es muy importante para que no se bajen las claras.
Engrasamos y enharinamos un molde (yo uso uno de aluminio generalmente) mientras el horno se calienta a 160-170ºC, altura 2, calor arriba y abajo con aire.
vertemos entonces la mezcla al molde y metemos el el horno mínimo 45 minutos (no abráis la puerta de vuestro horno antes o se bajará).
Si ya sé que la etiqueta está puesta, (el molde es nuevo) pero nunca consigo quitarlas sin dejar un pegote repulsivo o rayar la superficie, así que ahí se queda hasta que el calor queme el pegamento y salga sola (después de 4 o 5 usos ocurre)
Transcurridos los 45 minutos pincharemos a ver si esta hecho (si el palito sale limpio lo sacamos, si no lo dejaremos 5 minutos más), dejamos unos 5 minutos en el caldero una vez fuera y pasado este tiempo desmoldamos con cuidado.
Ahora podemos cubrirlo con lo que queramos, por ejemplo chocolate fundido, azúcar glass, etc
Espero que os animéis a hacerla y que os salgo muy rico.
Saludos a todos
