miércoles, 4 de abril de 2012

Es tiempo de... Toriijas

Buenas tardes. Estando en Semana Santa sería prácticamente pecado no poder en práctica una receta tan tradicional como esta. Y es que estas fechas son sinónimo de procesiones, de pescado (aunque yo no lo coma) y por supuesto de torrijas.



Mi familia tiene una forma muy particular de hacerlas y es lo que os pongo hoy, a mi me gustan porque quedan crujientitas y con mucho sabor.




Receta para convertir dos panes de tamaño normal a torrijas. (Aproximandamente 8-10 unidades)

2 panes de uno o dos días
2 huevos o 3 si son muy pequeños.
2 medidas de tacita de café de leche (yo previamente la he aromatizado con vainilla, limón y canela)
Una pizca de sal
Media cucharadita de canela en polvo. (un poco menos si ya le habéis añadido a la leche)
Anís en grano (matalahuva)
Aceite de girasol o de oliva suave.
Azúcar para el acabado final.

Procedimiento.

Se corta el pan en trozos del tamaño de un dedo de grosor y desechamos las puntas.  Se bate el huevo junto con la leche, la canela y el anís en grano.

Se ponen a remojar en esta mezcla 4 trocitos de pan, los dejamos unos segundos y les damos la vuelta y los apartamos a un plato. Repetimos el mismo procedimiento para los demás trozos. 

Se fríen los trozos de pan en aceite caliente, a fuego medio hasta que este bien dorado. Finalmente se espolvorea con azúcar al gusto, mientras estén aún calientes. Se comen tibias.

También se puede acompañar de miel.

Como veis el procedimiento es bastante sencillo, lo único que da un poco de lata es freírlas bien para que no queden crudas en el interior, pero tampoco secas, por lo que nos fijaremos en que tomen un agradable color de caramelo dorado.

Espero que las disfrutéis.

Disfrutad del estos días y mucho cuidado en los desplazamientos.




 



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